8/10/12

Un Instante




Entramos en la cabina y estábamos allí solos los dos.
Nos miramos sin hacer otra cosa. 
Dos vidas, un instante, la plenitud, la felicidad...
En el quinto piso ella bajó y yo, que continuaba,
comprendí que nunca más la vería,
que era un encuentro de una vez para siempre
y que aunque la hubiera seguido lo habría hecho como un muerto,
y que si ella se hubiera vuelto hacia mí
sólo hubiera podido hacerlo desde el otro mundo.

Vladimir Holan

1 comentario:

Alguien más dijo...

!Qué fogosidad...qué atracción¡, me ha encantado.

Un abrazo Rebeca